El Niño es un
fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Pacífico oriental
ecuatorial, el cual se manifiesta erráticamente cíclico.
Arthur Strahler habla
de ciclos de entre tres y ocho años que consiste en realidad en la fase cálida
del patrón climático del Pacífico ecuatorial denominado El Niño-Oscilación
del Sur (El Niño-Southern Oscillation, ENSO por sus siglas en inglés), donde
la fase de enfriamiento recibe el nombre de La Niña. Este fenómeno, en sus
manifestaciones más intensas, provoca estragos en la zona intertropical y
ecuatorial debido a las intensas lluvias, afectando principalmente a la región
costera del Pacífico de América del Sur.
Günther D. Roth lo
define como una irrupción ocasional de aguas superficiales cálidas, ubicadas en
el océano Pacífico junto a la costa de los territorios de Perú y Ecuador,
debido a inestabilidades en la presión atmosférica localizada entre las
secciones Oriental y Occidental del océano Pacífico cercanas a la línea
del Ecuador. Siendo este fenómeno el supuesto causante de más de una anomalía
climática.
El nombre de "El
Niño" se debe a la asociación de este fenómeno con la llamada corriente
del Niño, anomalía ya conocida por los pescadores del puerto de Paita, en
el norte de Perú, quienes observaron que las aguas aumentaban su temperatura
durante «la época de las fiestas navideñas» y los cardúmenes o bancos de
peces desaparecían de la superficie oceánica, deduciendo que dicha anormalidad
era debida a una corriente de aire caliente procedente del golfo de Guayaquil
(Ecuador).
Los primeros
registros oficiales del fenómeno fueron reportados por el capitán peruano
Camilo Carrillo en 1892, quien notó la existencia periódica de una corriente
marina cálida en las costas de Perú, de aguas normalmente muy frías. Existen
otros acontecimientos interesantes relacionados con los años más intensos de El
Niño. Entre 1789 y 1793, el historiador británico Richard Grove relata que
varios observadores de la época reportaron graves sequías en Asia, Australia,
México y el Sur de África, por lo que se sospecha que dicho fenómeno pudo haber
causado la hambruna que precedió a la Revolución Francesa. Entre 1791 y 1793 en
México bajó el nivel del Lago de Pátzcuaro.
El meteorólogo Jacob
Bjerknes postuló en 1969 que El Niño está normalmente relacionado con la Oscilación
del Sur, ya que está presente una relación física entre la fase de alta presión
anómala en el Pacífico occidental, con la fase de calentamiento poco frecuente
del Pacífico oriental, lo que va acompañado con un debilitamiento de los
vientos alisios del este; por lo que la baja presión del Pacífico occidental se
vincula con un enfriamiento del Pacífico oriental (fenómeno La Niña), con el
fortalecimiento de los vientos del este.
El mayor evento del
siglo de El Niño fue el de 1997-98. Mapa de las temperaturas anómalas de la
superficie oceánica en diciembre de 1997.
EFECTOS
América del Sur
Las consecuencias de
este fenómeno climático lleva a regiones aleatorias de América del
Sur a:
- Alteración de los efectos de la corriente de Humboldt.
- Pérdidas pesqueras en ciertas especies e incremento en otras.
- Intensa formación de nubes generadas en la zona de convergenci intertropical.
- Periodos muy húmedos.
- Baja presión atmosférica.
- Generación de huaicos (Aluviones).
- Pérdidas agrícolas.
Colombia
Como consecuencias
del fenómeno del niño en Colombia se tienen al menos las siguientes: afectación
al sector agrícola, se limita la cantidad de energía eléctrica que se puede
generar, aumentan la cantidad de incendios forestales, disminuyen los niveles y
los caudales de los ríos y la posible necesidad de realizar racionamientos de
agua para el consumo humano y animal.
Como principal efecto
económico del fenómeno del Niño en Colombia se encuentran las repercusiones
negativas sobre el sector agropecuario: las variaciones en los rendimientos de
los diferentes cultivos. Según el Ministerio de Agricultura de Colombia, el
fenómeno del Niño significa una reducción del 5% del rendimiento agrícola. Los
cultivos más afectados históricamente han sido el fique, la yuca, la palma
africana, la cebada, el arroz y la papa. En el caso de la producción de la
leche, se han tenido reducciones en su producción cercanas al 5%.
Históricamente las
repercusiones sobre la producción de café por el fenómeno del Niño no han sido
importantes.
El fenómeno del niño
ocasiona disminuciones importantes en los productos agrícolas.
En Colombia, el
instituto gubernamental encargado de realizar estudios e investigaciones
relacionadas con la atmósfera, el tiempo y el clima es el IDEAM. Las
características climatologías que se presentan durante el fenómeno del niño
pueden ser consultadas en sus bases de datos, así como informes y reportes.
América Central
Guatemala
Uno de los eventos
climáticos de mayor impacto en Guatemala es el fenómeno de El Niño, con
importantes implicaciones en el clima, que se ha reflejado en la variación
de los regímenes de lluvia. Bajo eventos severos se ha registrado una
disminución importante en los acumulados de lluvia el inicio de la
época lluviosa, con implicaciones de menor disponibilidad de agua, incendios,
etc.
El fenómeno se ha
asociado a mayor incidencia de frentes fríos, aumento del número de huracanes
en el Pacífico mientras que disminuyen en el Atlántico, Caribe y golfo de
México, tal como se ha venido observando en los últimos años.
Estas condiciones
atmosféricas causan inundaciones importantes en las cuencas de los
ríos, principalmente los correspondientes a la vertiente del Pacífico las
cuales se ven agravadas por la alta vulnerabilidad de muchas zonas pobladas
establecidas en áreas de alto riesgo como márgenes de ríos y laderas propensas
a deslizamiento. Al igual que a muchos otros países este impacto
climático, va ser una gran catástrofe, difícil de superar.
Costa Rica
Al igual que en el
resto de Centroamérica, el fenómeno de El Niño provoca una variación
inusitada en las condiciones atmosféricas. Se ha analizado por parte del
Instituto Meteorológico Nacional de Costa Rica que una de estas
variaciones está relacionada con la cantidad de huracanes que se
forman en la cuenca del Atlántico: Cuando el fenómeno de El Niño es muy
intenso, la probabilidad de formación de huracanes en el Mar Caribe disminuye.
Por tanto, se da una disminución de la cantidad de lluvia acumulada en
especial, en la Vertiente del Pacífico.
Lo anterior se
traduce en una serie de afectaciones en las actividades económicas del país, en
especial, del cultivo del arroz y la actividad ganadera en la Provincia de Guanacaste debido
a las sequías prolongados que se presentan en estas zonas.
Sureste de Asia
En determinadas
regiones aleatorias (desconocidas) del sudeste asiático provoca:
- Lluvias escasas.
- Enfriamiento del océano.
- Baja formación de nubes.
- Periodos muy secos.
- Alta presión atmosférica.
- Escasez de alimentos marinos.
- Cultivos arruinados.
- Escasez de agua en los ríos.
- Cambio de circulación atmosférica.
- Cambio de la temperatura oceánica.
- Pérdida económica en actividades primarias.
- Pérdidas de hogares.
LOS NIÑOS
PREHISPÁNICOS
Resumiendo las
conclusiones de quienes han estudiado las huellas dejadas desde hace algunos
milenios por eventos climáticos excepcionales en varias zonas situadas entre la
desembocadura del río Piura, al norte, y la de la quebrada de los Burros,
cerca de Tacna, en el extremo sur de Perú.
No se sabe bien
cuáles eran las condiciones climáticas que reinaban en la costa peruana antes
de la era interglaciar actual —Holoceno, que se estableció desde hace 10 a 15
milenios—. El nivel del mar era de 80 a 120 m más bajo y la línea de
la orilla más alejada, hasta varios kilómetros. Los autores están de acuerdo en
pensar que las condiciones climáticas sobre la costa peruana ya eran desérticas
o al menos áridas. Algunos investigadores afirman que los eventos de El Niño
existen desde hace por lo menos 40 000 años.
En la parte norte de
Perú, se observa un evento de El Niño que provoca inundaciones cada 5 ó 10
años. En el sur, estos eventos son escasos, pero pueden sobrevenir y son a
menudo devastadores.
Las huellas dejadas
por los diferentes Niño varían según las regiones.
Las cronologías pueden ser
diferentes. Se puede constatar que, de norte a sur de la costa peruana
sobrevienen cada 200, 300 o 500 años, una catástrofe climática mayor que
probablemente ha provocado a menudo o facilitado la desaparición violenta de
varias civilizaciones como la cultura Chavín, la dinastía Naylamp o
la cultura Lambayeque. Esta ciudad fue destruida en 1585 por un evento de
lluvias torrenciales, asociadas a un fenómeno El Niño fuerte. En la época se
atribuyó la culpa de la destrucción de la ciudad al gobernador, que habría sido
castigado por haber cambiado de lugar la estatua del fundador de la ciudad.
En los años 1460, una
serie asociada de El Niño-La Niña provocó hambrunas y pestes que seguramente
influyeron en una profunda crisis del Imperio inca.
LOS NIÑOS HISTÓRICOS
Diversos
investigadores han concordado en una cronología completa de los eventos del
Niño a partir de los elementos históricos.
Los eventos
calificados de muy fuertes, que se podrían comparar con los eventos de 1982-83
y de 1997-98 han sobrevenido en 1578, 1728, 1790-93, 1828, 1876-78, 1891 y
1925-26, es decir 9 eventos muy fuertes en 475 años, es decir aproximadamente
cada 50 años.
Otros 10 eventos son
calificados entre Fuerte y Muy Fuerte (F+) y otros 21 de Fuertes. Por lo tanto,
ha habido 40 eventos Fuertes y Muy Fuertes en 475 años, es decir uno cada 9
años.
Con todas las
reservas del caso se puede decir que cada 500 ó 1.000 años el Perú ha sido
golpeado por una catástrofe mayor (Mega Niño), capaz de remodelar paisajes y
desorganizar o provocar la desaparición de sociedades.
Niños Muy Fuertes
como los de 1925, 1983 ó 1997 sobrevendrán aproximadamente cada 50 años, en
media.
Niños normales o
canónicos sobrevendrán en promedio cada 3 ó 4 años. Estos tienen a menudo
efectos benéficos sobre las culturas y la generación de los recursos en agua,
pero provocan una sobre dos o tres veces (en promedio cada diez años) daños
apreciables.
Finalmente, hay que
recordar que en el Perú, las inundaciones no siempre son provocadas por el
Fenómeno El Niño. Los huaicos a menudo catastróficos son muchas veces
vinculados por deslizamientos de terreno, (provocados por temblores, accidentes
glaciares o exceso de lluvias relacionadas con el Niño o no).
Las
investigaciones del Síndrome El Niño pueden poner orden en el contexto de las
posibilidades del cambio climático. El hallazgo de un cierto ciclaje en la
reaparición del Niño puede hipotetizar acerca de no cambios climáticos
globales. Hay expertos en disidencia en pensar en la hipótesis de un no
recalentamiento global del clima del planeta, por los antiguos mega «Niños Muy
Fuertes», y que en la actualidad sean menos frecuentes.
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